Thursday, September 20, 2012

Mozart se fue a otra rumba



Ayer mi hermano cumplió 21 años, es increíble como pasa el tiempo. Nótese que yo le llevo 17 y mi hermana 15,  y mi mamá no saca la cuenta y punto. Al pobre no le ha quedado más que crecer con 3 mamas.  Pensando en el me acordé de uno de sus tantos cuentos, aquí les va.

Cuando él tenía como 9 años se vino con mi mamá a visitarme por unas semanas a NYC. Para ese momento mi tía vivía en Virginia y mis primos tenían la misma edad de mi hermano así que aprovechamos de mandarlo unos días para que los visitara ( Mi mama y yo: saquemos los vinos prendamos los cigarros y desconectemos el nintendo!).

Debo darles un poco de contexto, mi hermano se crió en jardines, con animales, descalzo, viendo comiquitas, comiendo tierra, y jugando Nintendo. Mis primos, on the other hand, crecieron jugando ajedrez, sin TV, oyendo música clásica, y aprendiendo violín.

Durante la visita de mi hermano, mi tía les organizo un gran plan: llevarlos a la celebración del cumpleaños de Mozart para niños en el comunity center.  Listos y arreglados salieron todos en la gran van con destino a una gran fiesta.

Esa noche llamamos a mi hermano a ver como estaba, y como le estaba yendo con el encuentro entre 2 mundos (picture Mowgli el del Libro de la Selva  y Cristóbal Colón), la estaba pasando bien, no entendía porque no había TV pero se estaba divirtiendo jugando con sus primos. Le preguntamos que había hecho durante el día, queríamos que nos contara mas, entonces le dijo a mi mama lo siguiente: Mira mama fui para el cumpleaños de Mozart y estuvo malísimo, pura música clásica, no había piñata ni colchón, teníamos que estar callados oyendo la música, mira mama estuvo tan malo que ni Mozart fue.

Ahí les dejo esa maravillosa historia, amo a mi hermano.

Monday, September 10, 2012

Allez Cuisine!


Hay cosas que uno siempre ha querido hacer en la vida pero que por circunstancias varias no se han podido. Hoy tengo la suerte  de poder hacer una de esas cosas que se veían inalcanzables, por fin voy a poder estudiar artes culinarias para ser chef. Gracias a mi amigo A, al que le debo los mejores consejos, estoy lista para empezar este fin de semana por 8 meses en el Insititute of Culinary Education.

Los últimos fines de semana me la he pasado trancada en mi casa durmiendo, viendo TV y disfrutando a Penny. Viendo películas inspiradoras como Julie and Julia (la historia de Julia Child) Magic Beyond Words (la historia de J.K. Rowling) y releyendo un libro que me regalaron hace tiempo “Letters to a Young Chef” de Daniel Boloud.

Estoy asustada y emocionada a la misma vez, soy un poco torpe con las manos por lo que me preocupa perder los dedos en la primera clase de knives skills, siempre me chorreo así que las 3 chaquetas blancas creo que no me van a ser suficientes, de engordar, de no aguantar el trote de trabajar y hacer el curso a la misma vez….sé que todas estas cosas son cuestión de nervios. Me sentía igual cuando me vine a vivir a NYC, quería tanto poder hacerlo, que me preocupaba que no llenara mis expectativas. Y NYC por ahora, aunque con sus altos y bajos, es la ciudad donde quiero estar.

Las chaquetas están listas (el ultimo botón no me cierra), los pantalones con los ruedos cogidos, los zapatos mas horribles del mundo comprados (a según los voy a besar después de 7 horas parada, y agradecer que el cuchillo no me corte el dedo como a Chandler en Friends), el maletín como los miles de utensilios esta organizado (y pesa 100 veces mas que las resmas de papel que nos hacían llevar el primer día de clases).

El hecho es que estoy lo más preparada que se pueda para enfrentar este nuevo sueño/reto y disfrutarlo al máximo con todo lo que venga y pase.  Les invito entonces a revisar semanalmente mi nuevo blog, donde estaré contando sobre mis clases todas las semanas.


Y como dice en Iron Chef: Allez Cuisine!