Atrás quedaron los días de Ellis Island, donde uno llegaba con su maletica, lo metían en cuarentena unas semanas, daba el nombre de la calle de su casa, y voila con nombre nuevo podía trabajar y vivir en USA a lo Vito Corleone.
Ahora conseguir la residencia es cada vez mas complicado, por lo menos así lo ha sido en mi caso, y todavía me falta un montón. Entre las cosas que he tenido que hacer esta el ir a sellarme la bendita visa de trabajo todos los años, lo que implica salir del país e ir a la embajada – el lugar que más me da miedo en el mundo – repito todos los años.
Alguien un día oyendo mi tragedia de tener que ir a Caracas, donde te tratan malísimo en la embajada y se tardan semanas en devolverte el pasaporte, me paso el dato de Las Bahamas, y recordando a mi abuelo en el exilio mayamero, decidí probar en vez de ir a Caracas.
Ahora estas islas se han convertido en mi cuarentena antes de volver a New York, y aunque la embajada es mucho mas acogedora – isla al fin- igualito hay que recordar que el que esta detrás de la ventanita es gringo gringo, claro aunque es mejor asumir que el gringo que esta viviendo en Las Bahamas esta mucho mas contento y dispuesto que el que vive en Caracas.
Me toco irme hace poco, y hay 4 facetas identificables donde uno pierde por lo menos 3 años de vida:
- La entrada a Las Bahamas: donde te preguntan en inmigración a que vienes. A uno se le pone la mente en blanco, lo primero que uno piensa es en decir una mentira: “vacation”. Pero después piensas y si la computadora del tipo esta conectada a la embajada, y en lo que entres mañana te mandan pal cuartico y te dicen: “no y que vacation?”. Así que decides decir la verdad: “visa”. El amigo sonríe, evidentemente no eres la única persona que va a eso. Felizmente pasas: Welcome to Nassau.
- La entrega de documentos: Uno llega con esa carpeta estilo trapper keeper con cuanto papel creas que te pueden pedir, recibos de luz, recibos de nomina, recibos del alquiler, recibos de H&M. El resume tuyo, de tu mama y tu hermana, los títulos o certificados de cuanto curso has hecho en la vida desde de Tarot hasta de cocina, etc. Y todo original y copia. Entregas todo, empujando ese papelero por esa ventanita no vaya a ser. Igual algo siempre esta mal o sobra o falta. A mi particularmente en este ultimo viaje me mandaron a sacarme la foto otra vez, porque y que no se me veían las orejas, y el año anterior el fondo no era totalmente blanco. Uno a eso responde asi que: “yes ma’lord no problema ma’lord” y corres a tomarte la foto 5 veces mas si es necesario.
- La entrevista: En Caracas es después de una semana, en Nassau es el mismo día como después de 45 minutos de entregar los documentos. Por supuesto uno siente que llaman a todo el mundo menos a uno. El que estaba 4 puestos atrás en la fila salió hace media hora, y ahí es donde la cabeza te da mil vueltas, ¿que pasara? Seguro es que no, al revés que si, mientras más se tarde mejor o no peor, en fin casi lloras porque no quieres vivir con Chávez. Y estas listo para dar ese discurso y sucumbir al asilo político, cuando te llaman te preguntan la hora, el signo, la dirección de tu trabajo y los anos que tienes ahí. Y después las palabras mágicas: “Your visa is approved”. Ahora si te tomas el daiquiri.
- Por ultimo la entrada a USA: ¿saben que? En Las Bahamas se hace ahí mismo en el aeropuerto antes de abordar el avión a “casa”. Y con la misma premisa anterior, asumo que este gringo esta más contento aquí que el que esta pasando el frio sorocho en JKF. Revisan el pasaporte, la visa, otra vez, huella, foto, otra mano. Y en cualquier momento uno siente que le van a dar a una palanca y se va abrir el piso, y pa’abajo. “Welcome to the U.S.” Gracias Baby Jesus.
Así es, cada vez, por mas de 5 años me ha tocado ese bailecito, así que si me ven canosa ya saben por qué es, eso si el día que me salga el Green Card el pelo me lo pinto de verde!